domingo, 13 de octubre de 2019

NEPAL... Un viaje virtual al Campo Base del Everest "Sagarmatha"


“Un paso no es la totalidad del camino, un camino no es la única manera de llegar a la cumbre, una cumbre nunca será tu último objetivo.”

Desde hace muchos años, entre nieblas y tormentas no han vamos a emprender mi acostumbrado viaje hacia la magia del Himalaya, sin embargo quiero convertir junto a ustedes este viaje en un especial y diferente camino hacia las montañas más altas del mundo. Día a día, paso a paso iremos construyendo la historia y los detalles que me enamoraron de Nepal, su cultura, su gente y claro está... sus Montañas.

No te pierdas este maravilloso viaje "virtual" que con todos sus anécdotas e historias te enamorará a ti también y te preparará para acompañarme en el que, personalmente, te encontrarás con "Sagarmatha"... la diosa madre de la Tierra.

Iniciar un viaje, va mucho más allá de imaginárselo, se trata de poner a mover muchas cosas que, dependiendo del objetivo y el propósito, pudieran hacerse más o menos complicadas. Para nosotros en Venezuela, al parecer, las cosas cada día resultan más complicadas. 

Partiendo del principio de que, para mí, Nepal y el Himalaya se han hecho más que un viaje, una necesidad, generalmente me planteo salir de viaje hacia este destino durante el Otoño del Himalaya (Agosto a Noviembre). Este año no será la excepción. La característica “especial” de este viaje que emprenderemos juntos, estará marcada desde un principio por sus circunstancias... podremos viajar VIRTUALMENTE a través de Instagram y Blog con las experiencias acumuladas a través de tantos años de continuas visitas a este maravilloso país.

En efecto aquí nos encontramos, a punto de tomar uno de los tantos vuelos que desde Venezuela o cualquier otra parte del mundo (Miami, Nueva-York o en Europa (España, Francia, Inglaterra, etc.) nos llevan a través de países de Asia, Oriente Medio o Arabia hacia la capital de Nepal... Kathmandú.

En esta oportunidad tomaremos el vuelo que he estado utilizando los últimos años... Caracas-Madrid y desde aquí, el vuelo de "Qatar Airways" que nos llevará hasta el lujoso aeropuerto de Doha en el cual aprovecharemos la escala para refrescarnos, comer algo y descansar, haciendo así mas tolerable el "jetlag" de este gran vuelo y cambio de horario.

Nepal es uno de esos países que mientras más se visita más gusta, esto tal vez se deba a que comenzamos a entender que detrás de todos esos rostro que se cruzan con nuestra mirada hay una persona con sentimientos iguales a los nuestros, con un deseo por vivir intensamente cada momento de la vida, y que la única diferencia radica en la forma en que esto se expresa. A diferencia de otros países que poseen muchas religiones, castas y creencias, en Nepal todas estas tendencias conviven en paz y armonía

23 de Septiembre, después de 4h 30m de vuelo desde "Doha", el chillido de los cauchos del avión indican que hemos aterrizado en Kathmandú, nada ha cambiado en el aeropuerto, los mismos pasillos, el mismo mobiliario de los módulos de migración, el mismo papeleo... todo fluye. El rostro de Pemba, aparecerá detrás del cristal en la sala de espera, verlo me llena de alegría y un fuerte abrazo antecede a la acostumbrada guirnalda de flores que nos coloca a todos en señal de bienvenida. Nos abrimos paso entre el tumulto alborotado hasta llegar al transporte que nos conducirá hasta "Thamel", lugar donde se encuentra nuestro alojamiento... el "Kathmandú Guest House". Este será nuestro remanso en los próximos dos dias en los cuales terminaremos todos los preparativos antes de irnos hacia el "Khumbu".

Una vez en la habitación del “Kathmandú Guest House”, henos aquí, después de innumerables horas de viaje, de tantas ilusiones y esfuerzos en Kathmandú, lugar multifacético en el que todos hemos soñado alguna vez y para los que, enamorados de las montañas, siempre hemos tenido en nuestros corazones hurgar sus intrincadas calles y saborear sus exóticos rincones en busca del “Nirvana” que todos llevamos dentro.

Después de un buen baño comenzaremos a perdernos entre la multitud de las intrincadas y estrechas calles de Thamel, para ir acostumbrándonos a las particularidades culturales de esta ciudad y su gente. 

Al final de la tarde visitaremos el templo de "Bhudanath", costumbre "kabalística" que me ha permitido adentrarme en la cultura del pueblo nepalés, especialmente en el de la cultura Sherpa.

Durante los años 60, el consumo libre de Opio en Kathmandú enamoró a más de un “Hippie” a viajar a esta ciudad que más adelante y por orden exclusiva del Rey “Bhirendra” su consumo fue prohibido. Hoy día ese espíritu de “libertad” y la vida cosmopolita, donde la tolerancia y la aventura se mezclan para dar esa sensación de estar en un lugar único en la tierra, es el espíritu que se respira en Nepal y resalta verdaderamente en Kathmandú, ciudad cosmopolita en la que se mezclan razas lenguas y culturas para convertirla en lo que hoy día es… un lugar que marca un “antes y un después”. Recuerdo haber viajado a Kathmandú en el año 82 (Para solicitar un permiso para escalar el “Annapurna”), cuando mi sueño por las altas montañas comenzaba a germinar en mi corazón. Cerca de esa fecha los venezolanos Carlos Reyes y Freddy Matos consiguieron un permiso para escalar el Everest y más adelante en el año de 1988 Christopher Sterling nos invitó a José Betancourt, Alexander Vandendorpe y a mí a integrarnos para realizar una expedición al Tilicho una montaña de 7.132m. Ninguna de estas expediciones logró llevarse a cabo y no fue hasta 1981 cuando logramos conformarnos en un equipo venezolano solido para intentar escalar una montaña en el Himalaya… el Pumori, montaña a cuyos pies llegaremos en nuestro camino hacia el Campo Base del Everest… la gran “Sagarmatha”. (En nuestro recorrido les contaré sobre esta expedición y otras). A partir de este momento Nepal pasó a ser uno de mis países favoritos especialmente por mi estrecha relación con los Sherpas. 

Durante el tiempo “libre” en Kathmandú, visitaremos el templo de “Swayambhunath” (Templo de los monos) y, durante el día compraremos los equipos faltantes para nuestro Trekking al Khumbu en alguna de las innumerables tiendas con equipos de montañas que hay especialmente en la zona de Thamel. Mientras tanto yo me “echaré” alguna que otra escapadita para arreglar asuntos referentes al viaje: Reservaciones y pagos de los boletos para volar a Lukla, reservaciones de posadas y hoteles para nuestro regreso, compromisos con amigos, etc.

Había olvidado presentarles a nuestros anfitriones... prácticamente familia. Desde el año 1991, cuando realizamos la primera expedición venezolana al Himalaya, Nawang Dorje y su familia nos atendieron e hicieron sentir como en casa. Nawang lleva adelante un orfanato para asistir a familias Sherpas de escasos recursos y con algún niño en condición de orfandad... algunos de ellos fueron adoptados por venezolanos y hoy día se desempeñan como profesionales. En la segunda foto Shansha Maya y Sonang (Mi hijo adoptivo). Amanecer en Kathmandú es como despertar en un lugar familiar muy querido, ese lugar que siempre trae a la memoria un recuerdo agradable, una vivencia auténtica, donde todo te resulta confortable. Esta ciudad es donde la luz de las 5:30 de la mañana es cálida y placentera porque sabes que el tiempo pasa lentamente, que nada de lo que hagas detendrá el aletear de las palomas en el patio, o el graznido de los cuervos en el ambiente. Esa luz matutina siempre será bienvenida porque sabes que es la que dará vida a todos los colores de la ciudad, a los crisantemos del patio del hotel, a las montañas que reflejan tus sueños en la lejanía y despiertan todos tus sentidos a un mundo de infinitas vivencias que hay en ti.

Durante nuestros días previos a la montaña, aprovecharemos bien el tiempo ya que iremos a visitar dos ciudades importantes desde el punto de vista arquitectónico, Pathan y Bhagtaphur. No están muy alejadas de Kathmandú, sin embargo no podemos regresar muy tarde al hotel ya que hay que dejar el equipaje listo para poder madrugar y así intentar tomar el vuelo hacia “Lukla” desde donde iniciaremos nuestra caminata.

Pathan y Bhaktaphur contituyen “Património arquitectónico de la humanidad” y fueron dos de las ciudades más afectadas por el fuerte terremoto del año 2015, esto debido principalmente a sus construcciones antiguas. En Bhaktaphur visitaremos a un gran amigo descendiente de una gran familia de pintores de “Thankas” (Pinturas de carácter religioso en la cultura budista), se trata de Madhu Krishna Chitrakhar… sus creaciones son maravillosas y sobre todo lo es la tradición de enseñanza que el transmite a las nuevas generaciones, incluyendo a sus hijas.

Son las 6:30 am… Una situación digna del mejor festival de teatro que cualquiera pudiera imaginar. Como sonido de fondo, se mezclaba la voz ensordecedora de cientos de personas nerviosas que no saben que está sucediendo en el recinto, y los detectores de metal enloquecidos que no dejaban de pitar ante la marejada de personas que los atravesaban. Las palomas cruzaban el recinto volando a su libre albedrío acostumbradas a este caos “ordenado” que se repite día tras día sin que nadie haga algo para evitarlo… es parte de la “diversión”. Entramos en la fase de “espera”, la incertidumbre llena nuestras mentes que se agolpan alrededor del equipaje, en espera de que algo suceda. Nadie sabe hacia dónde va cada grupo, pero todos queremos ir a algún lado, sin embargo, el tiempo pasa. Dos alemanas juegan “cartas” a mis espaldas y a la izquierda un grupo de chinos se deleitan con uno de sus “extraños” juegos (naturalmente con “palitos”). Son 2 días que no han salido vuelos por mal clima en el aeropuerto de “Lukla”, uno de los aeropuertos que se ha ganado la fama de ser uno de los más peligrosos del mundo. En efecto, yo mismo lo pude constatar, cuando en el año 2008 el vuelo que debíamos abordar de la Aerolínea “Yeti Airline” tuvo un accidente donde perdieron la vida 19 personas. (Era el primer accidente con víctimas fatales en Lukla)

Después de algunas maniobras casi indescriptibles el equipo y la carga nos encontrábamos volando hacia “Lukla” en uno de los tantos vuelos hacia este tan solicitado objetivo, que es el lugar de inicio de lo que para nosotros será la “esencia”: estar en contacto directo con estas montañas con su cultura tan especial, que siempre ha atraído a millones de personas a sus senderos, cumbres y pueblos, cambiando sus vidas para siempre.

Al tocar "Lukla" Dawa Phuti nos espera con su singular sonrisa y simpatía. Los porteadores se debaten, como todos los años, en la negociación para transportar nuestro equipaje durante los próximos días. Mucha gente llama a estos "porteadores" SHERPAS, sin embargo pocos de ellos pertenecen a esta etnia, casi todos son "Tamines", que vienen de las tierras bajas a buscar trabajo en la época de turismo. No es raro encontrar es este pueblo a gente conocida desde hace muchos años, en una oportunidad me llevé la gran sorpresa de encontrarme con Phura Jangbu Sherpa (https://www.facebook.com/profile.php?id=100009283104585), un joven Sherpa que con tan solo 22 años ya ha logrado llegar a la cumbre del Everest en cinco oportunidades y que visitó Venezuela con el proyecto "Niños de la cumbre" de Marcus Tobía. El también recibió el apoyo para sus estudios de Inglés y Guía de Montaña por una gran amiga venezolana Erika Mendoza.

La caminata de este día es sencilla y, dependiendo de la hora de nuestra salida, transcurre por varias zonas pobladas entre ellas "Jorsalé" y "Mondjo" (Nuestro objetivo del día), que se encuentran a las márgenes del río "Duth-Kosi" (Río de leche) que baja desde el Everet y el Lhotse. Este es un día para tomárselo con calma, para soñar. Estos sueños me remontan a la primera vez que hice este recorrido en el año 1991 con un grupo maravilloso con el cual regresé varias veces y conseguimos grandes logros de escalada en esta zona del Khumbu-Himal (Región del Everest/Sagarmatha). Más adelante, cuando lleguemos a los piés de cada una de estas montañas iré haciéndoles referencia al respecto.

Me quedo con un comentario de Martín sobre este trayecto...

"La excursión por el valle del Khumbu fue fascinante, porque ademas de cumplir muy bien con la función de aclimatación, tuvimos la oportunidad de volver a una serie de lugares que alguno de nosotros ya conocíamos y repasar nuestra propia historia como grupo". Martín Echevarria.

Las montañas ya se sienten en el ambiente, al fondo del cañón se puede ver el "Khumbila", que identifica muy bien a Namche-Bazar.

En la población de "Mondzo" nos quedaremos en el lodge "Himalayan Pilgrimage Home" se encuentra ubicado justo al lado de la oficina de entrada al "Parque Nacional Sagarmatha" donde se encuentra la montaña más alta del mundo. La propietaria de este "lodge" es la mujer con la sonrisa más encantadora del Khumbu y es una maravillosa anfitriona.

A la mañana siguiente nos adelantaremos a la oficina del Parque para chequear todos los permisos de Trekking y entradas al Parque Nacional. Este día hay que afrontar la primera "verdadera" subida. Nos encontramos a 2.835 metros de altitud y toca subir 3.440 metros en "Namche-Bazar" la "capital" del pueblo sherpa.

Después de un agradable desayuno, y asegurarnos que los porteadores ya arreglaron todas las cargas, nos equipamos con nuestros morrales de marcha para iniciar el trayecto, no sin antes despedirnos de la "Didi" (Señora en lengua nepalí). Continuamos por un trecho bordeando el río "Duth-Kosi" entre sembradios y cascadas hasta llegar a un estrecho que nos obliga a ascender para atravesarlo a través de un espectacular puente colgante donde el río "Bathe-Kosi" se une al "Duth-Kosi" e inicia la subida más fuerte del día, que entre los porteadores y trekkers que hay en el camino, unidos a los "Zoquios" (Hibridos entre Jaks y vacas) nos obligar a detenernos en algunos recodos para disputarnos el derecho al paso, que sin duda lo llevan las bestias de carga. A pesar de todo a medida que subimos el paisaje aumenta su belleza y la marcha entre los pinares y la frecuente conversación entre nosotros se hace agradable y hasta imperceptible, tanto así que al llegar a una pequeña explanada y entre los pinos y rododendros del lugar aparece majestuosa "Sagarmatha", la Diosa madre de la tierra, conocida por nosotros los occidentales como EVEREST... la montaña más alta del planeta.

Sin darnos cuenta y luego de pasar el control de entrada... aquí estamos, Namche. estrechas calles con cientos de curiosas miradas se abren a un sin número de variadas tiendas hechas para satisfacer la más variada gama de necesidades del turista, desde parches para ampollas hasta el más sofisticado equipo de montaña y el más exquisito café. La música occidental se mezcla con la más clásica música nepalí... parece que ya se hubieran preparado para nuestra llegada, hay ambiente festivo, sin embargo, hay que ir a la posada... 

"Timida te escondes entre el follaje del bosque; mi vista te busca, y una tras otra desapareces, sin embargo, haberte visto una vez me basta... eres parte de mí, eres el recuerdo".

Los sueños ameritan descanso... este es un día de descanso. Bajar al pueblo y dejar deslizar un trago de buen café en el local "8.000", ese aroma que te traslada a casa, a Venezuela y rememorar las cosas que te anclan a esa tierra que ha tenido que sufrir aun teniendo tanto y poder compararla con este pueblo, cuya mayor riqueza son estas montañas y una cultura ancestral donde la prioridad es la felicidad de los otros.

Aquí estamos preparándonos para continuar ascendiendo y afrontando los efectos de la altura en el cuerpo... en este caso el descanso se aprecia. En "Namche" podemos evaluar los días pasados, lo que nos falta, lo que nos sobra. Es el lugar ideal para que el descanso se convierta en fortaleza.

Ver el Everest (Sagarmatha) es entrar en un mundo donde la dimensión del cielo cambia de forma, color y contenido. Su luz llena de sueños la imaginación y es como colocar un hermoso collar en el cuello de la mujer amada, haciendo resaltar sus labios, brillar sus ojos y llenar de alegría su sonrisa. La nieve, que fue un verdadero problema para la gente que se encontraba en las montañas, para nosotros ha mostrado un paisaje verdaderamente espectacular, donde el horizonte se viste de blanco dándole poco acostumbrado para estas fechas.

Después de subir entre pinares y la majestuosa vista hacia el cañón del río “Duth Khosi”, llegamos a la meseta en la que se levanta el templo budista de “Thyangboche”, en el que bajo la mirada celosa de 2 parejas de águilas y un primer contacto con un grupo de lamas que se encontraban en los aposentos del templo, el “Rimpoche” (Abad mayor del lugar) nos recibió con un sencillo pero emotivo acto en el que bajo sus bendiciones continuamos el camino hacia nuestro objetivo final del día… “Pangboche”, pero no sin antes pasar por "Deboche", lo que nos da la oportunidad de detenernos a visitar el templo de las "monjitas" budistas de este lugar, donde muchos años atrás tuve la oportunidad de conocer a una lama "ermitaña", cuyo contacto directo me tomó prácticamente 5 años. Su nombre Äni Shasan", ella ya falleció, sin embargo aún mantengo su humilde imagen grabada en mis recuerdos más preciados. Así como también haber podido conocer, en compañía de Marcus Tobia, en este mismo lugar y en condiciones muy especiales a uno de los Lamas más importantes de esa época... "Trulshi Rimpoche".

En Pangboche, tendremos un nuevo día de descanso, ya que estaremos entrando en la zona de los 4.000 metros, esto nos obliga a tomarlo "con calma",  Nuestra parada en "Pangboche" tiene mucha significación porque el Lama Geshe "Odiyana Vajra" Rimpoche siempre nos recibió con mucho cariño y alegría desde nuestra visita en el año de 1991 con la finalidad de escalar el "Pumori". Lamentablemente él falleció en el mes de Febrero del año 2018 a la edad de 87 años. "Lama Geshe" siempre nos ofreció sus bendiciones, no solo en cada una de nuestras expediciones y trekkings, sino también realizó mi ceremonia matrimonial y mi '"toma de refugio". Su familia ahora... es mi familia. Precisamente la posada "Mont Kailash" donde nos quedaremos, pertenece a su hija "Tashi" que siempre nos ha hecho sentir como en casa.

Pangboche es un pueblo que se viste de magia... nunca hubiera pensado que conocería en persona las "reliquias" del Yetti. Si en efecto, en el monasterio de este pueblo se guardan con mucho celo los restos del cráneo y una mano del Yetti, personaje mitológico de la tradición budista... "ver para creer", bueno, nosotros lo vimos. 

Añoro la presencia del "Rimpoche de Pangboche" él, aparte de ser un gran maestro y amigo, era la vida del pueblo, era muy querido especialmente por la comunidad de montañistas, quienes siempre se presentaban para pedir sus bendiciones durante los ascensos a las montañas cercanas. 

Retomo algo que escribí en años anteriores al respecto: "Los mantras llenaron la estancia y convirtieron nuestro día de descanso en “Pangboche” en un momento muy especial. El “Lama Geshe” llevaba a cabo todo tipo de ceremoniales, arrojando arroz al aire y quemando en su incensario todo tipo de hierbas para que los Budhas nos acompañaran en nuestras escaladas y el buen retorno a nuestros hogares, insistiendo en la importancia que tenemos como seres humanos y la necesidad de comenzar con cambios internos para poder generar así cambios en nuestros entornos. Cerramos la ceremonia con el recitar algunos mantras para el bienestar de Venezuela y, con toda la espiritualidad del momento, comenzamos el regreso hacia la posada y sumirnos cada uno en sus propios pensamientos, que se generaron en las horas pasadas". Uno de mis recuerdos más preciados fue el de la ceremonia de mi matrimonio con Adri (Chamba Tenzing) y yo (Tenzin Sampo). Todos los amigos del pueblo y los integrantes del equipo del Trekking participaron... unos más sorprendidos que los otros.
Si el sol se apagara, esta parte del mundo quedaría iluminada. El "Ama Dablam" y el macizo del Everest (Sagarmatha) brillaban con luz propia, una luz enceguecedora que acariciaba nuestros cuerpos entumecidos por el frio de la mañana.

Desde Pangboche seguimos el ascenso hacia "Dingboche" una corta caminata que no tiene mayor implicación que alcanzar la altura máxima del día... 4.410m. Para los venezolanos que hemos escalado en esta región, este trayecto, con la presencia del Äma Dablam" a la derecha y el "Tawoche" a la izquierda, tiene mucho significado. En el año de 1993 durante los días 17, 19 y 20 de Octubre, todos los escaladores integrantes de la expedición venezolana al Ama Dablam alcanzamos su cumbre (Pablo Borjas, Carlos Calderas, José Antonio Delgado, Martín Echevarría, Marcus Tobia, Hans Schwarzer y yo), fue una de las escaladas más espectaculares que haya realizado en esta vida.

En cuanto al "Tawoche", desde el primer momento que la vimos en 1991, quedamos enamorados de ella, y no fue hasta el 2008 que intentamos concretar esta idea... lamentablemente sin éxito. En ese entonces, Patricia Tacconi, Gonzalo Medina, Alberto Camardiel, Phurba Sherpa y yo (En compañia de Beatrz Valenti), después de un "espectacular" vivac de altura decidimos abandonar nuestro intento.

Entre un relato y otro ha pasado la caminata del día sin percatarnos de la altura... después de dejar atrás el cruce hacia "Pheriche" y haber cruzado una vez más el río, nos encontramos en la subida final que nos lleva al pueblo de Dingboche. Llegamos temprano lo que nos permite tomar una buena ducha caliente "Thato Pani" (água caliente) y distraernos en el amplio comedor hasta la hora de la cena.

Desde Dingboche suelen separarse dos vías principales, una que va hacia la pared Sur del "Lhotse" y el "Island Peak" (Inja-Tse) y la otra que continua ascendiendo por un valle alto hacia "Lobuche" y el Campo Base del Everest. 

El Island peak suele ser una cumbre de aclimatación y fue visitado por primera vez por un grupo venezolano en el año 91 con motivo de la escalada al "Pumori". La ultima vez que yo estuve en esta montaña fue el 31 de Octubre del 2013 con una expedición venezolana donde Arístides Moreno fue el director acompañado por Daniel Moreno, Yovanny Gil, Juan Ygnacio Gil, Wilmer Rodriguez, todos ellos de Mérida, de Caracas Daniel Mora Sotomayor y por Ecuador, Rafael Cáceres.

Todo ha cambiado, estamos a 4.800m, inmersos a los pies de un mundo blanco donde estas altas montañas te hacen sentir diminuto.

Despues de un pequeño lunch en "Tukla" al inicio de una última pendiente, muy fuerte, cuyo final está perfectamente delimitado por una serie de "monumentos funerarios" (Manis), donde resaltan algunos nombres de escaladores conocidos como Scot Fisher y Rob Hall, llegamos al verdadero inicio del glaciar del Khumbu, que baja directamente desde el "circo" del Everest. El glaciar del Khumbu se extiende a la derecha, y a la izquierda algunas carpas indican el Campo Base de los grupos que intentan escalar el "Lobuche East", por cierto escalado por el grupo mencionado anteriormente el 27 de Octubre del 2013 y Octubre de 2023 

Finalmente nos encontramos en una de las mejores posadas de “Lobuche”, ya casi a 5.000m., algunas caras conocidas nos reciben. La alegría venezolana contagia siempre todo el ambiente con música, café y risas que convierten este gélido lugar en algo muy llevadero y agradable.

El trayecto hacia "Gorak Shep" es bastante sencillo, sin embargo ya podemos hablar de 5.000 mts de altura, exactamente marcados al llegar a la "piramide" (Centro Internacional de Investigaciones de altura), un laboratorio "high tech" ubicado en "la mitad de la nada" que parece un laboratorio de la NASA. Hemos tomado el camino que transcurre por un valle alto, desde el cual podemos apreciar a plenitud el glaciar del Khumbu, así como el Nutse, el Changtse, Lingtren, Pumori (más adelante les hablaré un poco más de esta montaña) y el Everest.

Todo el mar de gente que hemos encontrado en el camino confluye en un solo lugar, en el que 5 posadas deben dar alojamiento y comida a un volumen incomprensible de personas venidas de los más diversos lugares del mundo.

Al llegar a nuestra posada en "Gorack Shep" nos alojaremos en el “Lodge” (posada) “Snow Land”, a 5.100 mts. de altura compartiendo en el comedor con aproximadamente 160 persona… Un espectáculo variopinto en el que todos los colores de la “paleta” de un pintor se mezclan en la variada vestimenta de los presentes, un "ajuar" que sería suficiente para vestir a todos los montañistas venezolanos. Nuestro siguiente objetivo, remontar un promontorio rocoso llamado… “Kala Pathar” (5.600 mts.), para desde allí poder observar uno de los espectáculos más bellos del mundo, el momento en el que el sol da el último beso a la tierra, en el punto más alto del planeta… El Everest (Sagarmatha), el cual enrojece su rostro bajo la mirada atónita de todos los presentes, que nos apresuramos a tomar las últimas fotos bajo el gélido ambiente que ha quedado luego de la retirada del sol. Ya entrada la noche, encontramos en el descenso lo que lógicamente no puede faltar en un ambiente en el cual, la imprudencia de los visitantes es una variable que comúnmente se puede observar entre el volumen tal alto de visitantes. Una persona con las fuerzas colapsadas y una lesión en uno de sus tobillos, tuvo la fortuna de encontrarse con nuestro grupo, que diligentemente lo trasladamos hasta la seguridad de la posada.

"Gorack Shep" es el último lugar poblado antes de adentrarse hacia el Campo Base del Everest o del Pumori (La hija del Everest), montaña esta que fue el objetivo principal de la "1a. Expedición Venezolana al Himalaya" en el año 1991 y que precisamente en el mes de Octubre logró con éxito llegar a su cumbre. Fue una expedición organizada por la Fundación Terramar y dirigida por el Sr. Armando Michelangeli. Como equipo de escalada estábamos: Martin Echevarria, Raúl Castillejo, Luís Simosa, Marcus Tobia, Kashi Sherpa, Nima Rita Sherpa y yo.

Caminar por esta ruta empedrada una vez más me trae a la memoria estos gratos momentos que, finalmente en el año 2001 trajeron como lógico desenlace la primera Expedición Venezolana en lograr alcanzar la cumbre de la montaña más alta del planeta a través de sus representantes Marcus Tobia y José Antonio Delgado, quienes el 23 de Mayo movieron emocionalmente todos nuestros corazones con este maravilloso logro.

De nuestro acercamiento al Campo Base del Everest no hay mucho que decir más que el sentirse infinitamente pequeño al caminar entre estos colosos de la tierra y moverse en un mundo helado de rocas y hielo que se desplaza lentamente... a la velocidad del tiempo. El "Campo Base" como tal es un lugar inhóspito, demarcado por un grupo de carpas desordenadas y restos de las diversas expediciones esparcidos por todo el glaciar... no es un lugar digno de elogios. Después de las fotos de rigor iniciamos a toda velocidad nuestro retorno hacia Gorack-Shep y continuar el descenso a nuestro siguiente lugar de pernocta... "Lobuche", donde llegaremos alrededor de las 4:30pm.

No quisiera dejar atrás estas montañas sin recordar que ellas hacen grandes su presencia por la luz que brilla en nuestros corazones, esa que hace grande nuestros sueños y mantiene viva la esperanza de llegar a su cumbre... el Campo Base de Everest, a pesar de la basura, muchas veces la "inconsciencia" humana, es también eso, esperanza, alegría, grandeza, fe, por eso las Montañas seguirán esperando siempre por nosotros, para que las adoremos las escalemos, las compartamos con nuestros familiares y amigos.

De regreso hacia Kathmandú, utilizaremos casi la misma ruta de ascenso y lo haremos de manera más acelerada ya que la salida desde el aeropuerto de "Lukla" suele complicarse a medida que pasan los días... el volumen de turistas en el mes de Octubre aumenta de forma bárbara y con ello todas sus consecuencias. 

En la foto... el Campo Base del Everest con Ana María, mi hija mayor. Naturalmente regresaré, porque aún me queda mostrarle este maravilloso lugar a Verita y al Picco... mis dos hijos menores. Para los "curiosos", el helicóptero en el fondo es ¡basura! A pesar de la importante labor de rescate que ellos realizan, volar a esta altura no es nada fácil y cualquier falla mecánica o humana significa el final de la aeronave y algunas veces de sus tripulantes.

Estar tan lejos fuera de casa puede resultar una eternidad, aunque si se mide en función de las experiencias vividas, puedo concluir que en Nepal el tiempo no se mide por el calendario… se mide por las experiencias, y de esas siempre se traen muchas.

Como un eterno círculo vamos y venimos por los caminos de las Montañas llenándonos de experiencias. Nosotros escogemos los caminos, las Montañas... el destino. En esta oportunidad agradezco una vez más a todos los que me han acompañado en este viaje virtual al Campo Base del Everest, sin ustedes este viaje habría sido distinto... no habría sido una experiencia.

Ya iniciaremos nuevos caminos, escalaremos nuevas cumbres, pero pueden estar seguros de que... siempre nos encontraremos. "TASHI DELEK"... བོད་སྐད
Ahora vamos a ver que hemos aprendido sobre el "tema" de la paciencia. Como buenos venezolanos, como montañistas, y después de haber estado caminando entre las más hermosas y altas montañas del mundo, hemos llegado a Lukla, lugar desde el cual deberíamos volar a Katmandú (Capital de Nepal)... si el clima nos lo permite. Por ahora los pronósticos no son muy buenos. Mañana será otro día. Pero en este pueblo hay una premisa: "A Lukla no se sabe cuando se llega pero... tampoco se sabe cuando se sale".

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