lunes, 28 de junio de 2021

Pandemia… utopía de la naturaleza.

De la noche a la mañana, en un abrir y cerrar de ojos, apareció una palabra que pensé había desaparecido del vocabulario… “pandemia”. Según la definición de la RAE: “Enfermedad epidémica que se extiende a muchos países o que ataca a casi todos los individuos de una localidad o región”. A partir de ese momento muchas ideas comenzaron a dar vuelta en mi cabeza. De repente nos encontramos todos enmascarados (Cosa totalmente prohibida algunos meses atrás), hipocondríacos, paranoicos, y con una preocupación verdadera por un futuro incierto que la “Naturaleza” había comenzado a exigir desde hace ya no pocos años.

En el área del turismo, que es en la cual yo me desempeño profesionalmente, este fenómeno de la pandemia definitivamente tendría que replantear todos sus conceptos: movilidad, alojamiento, destinos, seguridad sanitaria, etc. Había llegado finalmente la necesidad del cambio que tanto se había hablado, pero nunca me imaginé que llegaría a tropezones y empujones, impulsado por una enfermedad que causaría tantas muertes. Afortunadamente, si es que se puede hablar de “suerte”, una vez más los hechos apuntaban a que el camino que habíamos tomado algunas personas hacia un turismo más cónsono, un turismo que, como se llama en la actualidad, fuera más sustentable con el ambiente y sus habitantes y sostenible en el tiempo, un turismo más adaptado a esos cambios que nuestra abarrotada sociedad en la que la producción, el consumo y el desecho del excedente había llegado a niveles insostenibles… “enfermizos”.

En marzo del 2020 la OMS (Organización Mundial de la Salud) declaró que una nueva enfermedad, el COVID-19, podía caracterizarse como pandemia. Tan solo un mes antes de esta preocupante noticia, me había llegado una interesante propuesta desde Uruguay, para abordar un documental sobre nuestras montañas andinas. Ramón Cardini, uno de los representantes de la empresa cinematográfica “Trailer Films” me propuso comenzar antes del mes de mayo la filmación de un documental, que, con el anuncio de la pandemia y las consecuentes regulaciones de los gobiernos nacionales e internacionales, este proyecto de “Andes Mágicos” entró en un preocupante letargo. Igual que este proyecto, mi calendario de actividades cayó por un abismo cuyo fondo no se divisaba claramente, lo que al principio no me preocupó mayormente, pensaba yo… “A fin de cuentas una gripe no puede durar tanto tiempo”.


Y así fueron pasando los días, semanas y meses viendo boquiabierto como la enfermedad que había causado tanta inconformidad, terminaba con la vida de mucha gente en casi todo el mundo y cada día más cercana a mi entorno. Era el momento de visualizar una solución que a largo plazo diera mejores resultados en cuanto a un futuro más certero, más humano… “más natural”. Ya no estábamos hablando de la desaparición de glaciares desconocidos, ni de agujeros invisibles en la capa de ozono que cubre la tierra, ni tampoco de la así llamada “Isla de plástico” ubicada en el océano Pacífico. Ahora se trataba de un amigo, un familiar o algún ciudadano del mundo que se enfermaba y en alguna ocasión moría. Se trataba de entender que la manera en la que estábamos viviendo no era la más apropiada, y en este sentido, la NATURALEZA nos lo estaba advirtiendo, tratando de hacernos entender esa complicada y casi lógica relación que mantiene la vida en el planeta, que éramos un elemento más de esa relación natural y no un elemento ajeno a ella o peor aún, controladores o modificadores de la misma.

Ha sido un tiempo de introspección, que los “místicos” llamarían de “retiro”, en el que solo dos opciones son posibles: perder el tiempo, o involucrarnos en proyectos que a futuro ofrecieran alternativas diferentes a las que, hasta ahora, hemos estado manejando, alternativas radicalmente diferentes, que sean la “medicina” de esa peligrosa enfermedad que todos estamos padeciendo… la perdida de nuestra “Identidad Natural”.

Mientras tanto, en este año 2021, las cosas se han ido encaminando lentamente, como suelen ser los cambios verdaderos, lentos, aunque radicales. Aparecieron las vacunas, las personas comenzaron a preocuparse más por su salud, a ejercitarse.

Por mi parte, el año 2021, a pesar de no contar con viajes considerablemente relevantes, he podido ponerme en contacto indirecto, a través de las “redes”. El hecho de haber concretado la filmación del capítulo “Venezuela” producido por Luís Ara de “Trailer Films”, y prácticamente de manera simultánea haber sido seleccionado por la organización “EcoTrip Match” como el mejor Guía de Naturaleza del año, me ha dado la especial oportunidad de que, lo que irónicamente había creído perder con la pandemia y el aislamiento, me he podido poner en contacto con mucha gente y he intentado transmitir que, somos parte de la magia que a cada momento se manifiesta en la naturaleza, y en la medida que así lo entendamos, viviremos en un mundo más sano… ¡Más NATURAL!

 

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